Aparius
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Es uno de los Cenobitas que trabajaba para beneficiar al Infierno, recolectando los productos que le proporcionaban las Abejas Cenobitas. Al ser el apicultor del Infierno nunca participa en las disputas, permaneciendo siempre dentro de los confines del prado del Infierno.

Es un cenobita grande con la cara hinchada y una red de malla que cubría sus ojos, nariz y boca, muy probablemente para evitar que las abejas cenobita lo piquen en los ojos o entren en su cuerpo a través de varios conductos corporales.

El estómago de Aparius está cubierto de miles de picaduras de abejas y cortes que gotean pus y sangre constantemente y su cuello se extiende anormalmente alto con cientos de anillos de metal. Aparius usa un traje holgado de cuero negro completo con un cinturón que contiene varias boquillas y válvulas que usaría para extraer miel y pus de sus Abejas Cenobitas.

Estas abejas se ven exactamente como las abejas normales, pero tienen un veneno mortal en sus aguijones, cada uno con la forma de Leviatán. Fueron creadas simplemente para torturar a la Familia Johnson, cuya línea de sangre había sido maldita. Cada vez que uno de los miembros de la Familia Johnson cumplía 25 años, Fulgar venía y los llevaba al Infierno como parte de la maldición familiar. Vivían en el prado del Infierno en el hueco del Arbol Viejo viejo lleno de miembros de la línea familiar Johnson. Ahí las abejas crean su miel dentro del cuerpo de los Johnson.

Aparius tiende no solo a las abejas, sino también a las almas de la Familia Johnson, que las abejas torturan dentro del Arbol Viejo, ya que la familia había hecho un trato previamente con la cenobita Cattleskull. Después de que Cattleskull trae las almas a la pradera, Aparius las coloca dentro del arbol, una tarea que realizó incluso después de la muerte de este.

Aparius se enfrentó un día a uno de los Harrowers, Vera Wyshak, quien viajó al prado con Kate Johnson para salvar las almas de su esposo y antepasados. Vera acabo fácilmente con Aparius decapitándolo con uno de sus divinos bumeranes. Después de esto, Vera localizó a la abeja reina cenobita, la sacó del hueco y la colocó dentro del cuerpo de Aparius para que las otras abejas la siguieran y establecieran su nuevo hogar dentro de su cuerpo, salvando así a los Johnson de su tormento y enviar sus almas a Morte Mamme, donde serían limpiadas y renacerían en veinticuatro horas.

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