Son una especie extraterrestre inteligente que viaja por el espacio. Después del primer contacto con los humanos, dos Heptapods, apodados Abbott y Costello, intentaron comunicarse con el Dr. Louise Bank e Ian Donnelly desde su barco en Montana.
Estos extraterrestres son criaturas enigmáticas, que han llegado a la Tierra por razones que quedan vagas. Sin embargo, se ha determinado que son seres benevolentes, cuyo objetivo final es unir a la humanidad, ya que necesitarán la ayuda de los humanos en un futuro lejano.
Como sugiere el nombre, un Heptapod tiene siete extremidades, cuya disposición hace que la forma de vida sea heptápodo simétrica. En la Tierra, nunca abandonan los confines de sus naves espaciales, quizás debido a que no pueden respirar la atmósfera de la Tierra, y en cambio dejan que los humanos inicien el primer contacto.
Tienen extremidades articuladas parecidas a artrópodos, cada una de las cuales termina en un punto que se puede dividir en una "mano" de siete puntas similar a una estrella de mar. Al caminar, parece que colocan cinco extremidades delante y las dos restantes detrás mientras se mueven.
Tienen una piel de aspecto carnoso de color gris apagado con una textura áspera, y parecen no tener ojos ni bocas visibles. Sin embargo, son visibles varios orificios en la parte superior del cuerpo. Su físico parece variar notablemente entre individuos, ya que Costello es más regordete que Abbott.
Aunque inicialmente esto no es evidente para los humanos que participaron en el primer contacto con esta especie, los siete apéndices solo forman una pequeña porción inferior del cuerpo del Heptapod, con una gran sección superior que se asemeja al cuerpo en forma de diamante de un calamar gigante, y una protuberancia en forma de cabeza en la parte superior. Visto en silueta, la parte superior del cuerpo del Heptapod se asemeja a una figura vagamente humanoide.
Los Heptapod utilizan una comunicación vocal de tono bajo y vibrante que los humanos no pueden pronunciar y un guión escrito. Los componentes vocales y de escritura no están relacionados. Su escritura consiste en formas circulares creadas con una sustancia similar a la tinta. Las formas circulares son modulares y se componen de varias subsecciones que transmiten diferentes significados o conceptos. Puede inducir una percepción no lineal del tiempo para quienes aprenden y entienden el idioma de manera íntima.
Los Heptapod son más capaces que los humanos cuando se trata de vuelos espaciales. Cuando hacen un primer contacto con la humanidad, utilizan la radio para transmitir sus grabaciones vocales.
Los barcos de los Heptapod son vehículos de 450 metros de altura compuestos de un material negro similar a la piedra de composición desconocida. Las Conchas son ovaladas y algo aplanadas, asemejándose a una inmensa lente cóncava de obsidiana. Carecen por completo de características superficiales; no hay propulsores o mecanismos de dirección visibles, ni ninguna emisión detectable de estos proyectiles. Sin embargo, hay un pequeño corredor vertical que conduce a una pared de vidrio transparente, a través del cual los humanos se comunican con los Heptapod.
El interior del barco está hecho de un material blanco similar al vidrio con una textura dentada. La atmósfera interior, presumiblemente las condiciones atmosféricas que se encuentran en el mundo natal de los Heptapod, es espesa y brumosa, y es lo suficientemente densa como para tener propiedades entre un líquido y un gas. A través de este medio, los Heptapod pueden volar por el aire y proyectar sus logogramas de tinta dentro de la niebla. También puede enviar una pequeña nave con forma de cigarro de doce pies de altura, que emerge de una abertura desconocida. Cuando parten de una superficie planetaria, las conchas en realidad no se alejan de ella. En cambio, gradualmente se vuelven transparentes hasta que desaparecen por completo.