La Orden de los Caballeros de Saint Hagan fue una orden militar cristiana durante la Edad Media. En el Asedio de Acre de 1291, el cruzado Hagan Douglas, que era muy apreciado por los defensores de la ciudad, fue capturado y torturado por los malulukes antes de ser decapitado y enviado de regreso a Acre para infligir un golpe moral a los cruzados. En la última batalla por la ciudad, el cuerpo decapitado de Hagan resucitó y luchó junto a sus hombres. Aunque los cristianos perdieron la ciudad junto con el cuerpo de Hagan, los cuarenta y siete caballeros que presenciaron la resurrección de Hagan sobrevivieron y escaparon. Inspirados por el milagro, los caballeros fundaron la Orden de los Caballeros de Saint Hagan en honor del homónimo del cruzado y patrullando la Tierra Santa en la caza de los sirvientes del "maligno". Los Caballeros de Saint Hagan se encontraron con la morada del demonio Asmodeo, y alejaron al demonio y mataron a sus esposas humanas.
En 1307, el Papa Clemente V llamó a los Caballeros de Saint Hagan y fueron enviados a Francia para supervisar el arresto y el juicio de los Caballeros Templarios, muchos de los cuales habían luchado junto a ellos. Después de eso, los Caballeros de Saint Hagan continuaron como Inquisidores. Pero otros, cansados del derramamiento de sangre, se retiraron de la Orden.
Un puñado de Caballeros al mando de William Fitzroy se convirtieron en monjes que renunciaron a la violencia y se establecieron en una capilla que fue dada por el Rey francés Phillip IV para el servicio de Fitzroy contra los Templarios. Sin embargo, a los antiguos miembros de los Caballeros de Saint Hagan no se les permitió vivir sus días en paz, ya que el vengativo demonio Asmodeo los descubrió y los mató uno por uno al arrojarlos desde el cielo a la azotea de la capilla. En 1985, el fantasma de uno de los antiguos caballeros se vengó de Asmodeo a través de Hellboy, quien mató al demonio.