Entre sus amigos de casa, Richard Mayhew podría considerarse valiente y exitoso cuando deja atrás su lugar de nacimiento y comienza una nueva vida en Londres. Pero una vez en la ciudad capital, Richard es tragado por el bullicio de las cosas, convirtiéndose en otro dron trabajador indescriptible. Tiene un piso pequeño, un trabajo mundano y una prometida exigente que lo mantiene cerca solo porque ve en él cierto potencial, no en lo que Richard puede llegar a ser, sino en lo que ella puede manipular para que se convierta.
Una noche en la que se supone que el jefe de su prometida Jessica, el Sr. Stockton, los llevará a cenar a ella y a Richard, Richard olvida el único elemento de los arreglos que se suponía que eran sus reservas de responsabilidad. Desesperado, intenta arreglar la situación y tiene que soportar el desdén y la impaciencia de Jessica.
Ella dejó muy en claro lo importante que es esta cena para su carrera, y cuando los dos se encuentran con una joven herida que yace sangrando en la acera, está decidida a ignorar la difícil situación de la niña. Richard no la dejará, sin embargo, incluso cuando Jessica amenaza con romper su compromiso.
Richard lleva a la niña herida a casa y pronto descubre que su nombre es Lady Door, que se cura bastante rápido y que dice ser de Londres de Abajo, una versión paralela de Londres que ocupa los rincones perdidos y los lugares ocultos del metro. Door revela que los desamparados y los perdidos habitan en Londres de Abajo, que está lleno de magia y monstruos y cosas que Richard no entiende o en las que no cree.