Especies de plantas altas, móviles y carnívoras. Fueron el resultado de bioingeniería en la Unión Soviética. Se tomó una bolsa de semillas, pero voló y se polinizó, cubriendo el mundo en estas criaturas. Los primeros Trífidos aparecen en regiones ecuatoriales. Aunque se desarrollan más rápido en zonas tropicales, los Trífidos pronto se establecen en todo el mundo fuera de las regiones polares y desérticas.
Cuando se descubre que los Trífidos son carnívoros, casi se exterminan, hasta que se identifican como la fuente de petróleo valioso, y se construyen granjas para cultivarlos. Al descubrir que atrapar sus aguijones los hace inofensivos, los Trifidos atracados pronto se ponen de moda en jardines públicos y privados. Estos Trifidos son seguros siempre que se poden anualmente, ya que tardan dos años en volver a crecer sus aguijones. Cuando la mayoría de la población de la Tierra quedó ciega gracias a los accidentes cósmicos, los Trifidos escaparon y comenzaron a matar.
La planta se puede dividir en tres componentes: Base, tronco y cabeza, que contiene un aguijon venenoso. Los Trífidos adultos son típicamente de 2.1 m de altura. Los Trífidos europeos nunca superan los 2,4 m, pero en climas tropicales pueden alcanzar los 3,0 m.
La base de un Trifido es una gran masa de raíces musculares, que comprende tres apéndices romos. Cuando está inactivo, estos apéndices extraen nutrientes, como en una planta normal. Cuando están activos, los Trifidos usan estos apéndices para impulsarse.
La parte superior de un Trifido consiste en un tallo que termina en una formación en forma de embudo que contiene una sustancia pegajosa que atrapa a los insectos. También alojado dentro del embudo hay un aguijón que, cuando está completamente extendido, puede medir 3.0 m de longitud. Al atacar, un Trifido atacará el aguijón a su objetivo, principalmente apuntando a la cara o cabeza de su presa, con considerable velocidad y fuerza. El contacto con la piel desnuda puede matar a una persona al instante. Una vez que su presa ha sido picada y asesinada, un Trífido se enraizará junto al cuerpo y se alimentará de él a medida que se descomponga lo suficiente como para que el zarcillo del Trifido rasgue trozos de carne del cuerpo y se alimente con ellos.
Los Trifidos se mueven lentamente, son capaces de arrastrarse aproximadamente a la velocidad de la marcha de un ser humano, pero sus zarcillos punzantes tienden a tener un largo alcance y tienden a trabajar juntos en grupos y tender emboscadas sorprendentemente efectivas al esconderse, por ejemplo, camufladas naturalmente en el follaje natural de la jungla. Los Trifidos pueden ser especialmente peligrosos para los muy jóvenes, los ancianos, los heridos o los enfermos, y para aquellos que desconocen o no pueden ver su presencia.
Los Trifidos se reproducen al inflar una vaina verde oscuro debajo de la parte superior del embudo hasta que estalla, liberando semillas blancas en el aire, 95% de las cuales son infértiles. No está claro si los Trifidos son inteligentes o actúan por instinto, pues aunque los Trifidos carecen de un sistema nervioso central, muestran alguna clase de inteligencia. Los Trifidos también muestran conciencia por su hábito de llevar a las personas ciegas a espacios reducidos para matarlas más fácilmente y enraizarse junto a las casas, esperando a los ocupantes. Se han observado que la eliminación de los tres "palos de traqueteo" que crecen alrededor del tallo da como resultado que el Trifido se desgaste lentamente, como por falta de contacto con otros de su tipo y/o falta de información sensorial, como se observa en animales superiores y humanos.
Un pequeño número de Trífidos norteamericanos alcanza los 18 m de altura. Los Triffidos acuáticos también aparecen pero permanecen en gran medida invisibles, con la excepción de sus aguijones: este último descrito como prensil. Se especula que las vibraciones hechas por los bastones de los Trifidos sirven como una forma de ecolocación.
Los Trifidos se pueden cosechar para obtener un aceite rosáceo altamente nutritivo e industrialmente valioso, pero al remover el aguijón tiende a degradar la calidad del aceite, por lo que es mejor cosechar el aceite de un Trifido peligrosamente intacto. El aceite es altamente inflamable, lo que hace que los Trifidos sean vulnerables al fuego.